"El avión de madera que logró dar media vuelta al mundo" de Quim ARANDA (2007)

Mi opinión:
El avión de madera que logró dar media vuelta al mundo es, a mi parecer, una novela muy buena, que aborda el tema de la inmigración y de sus consecuencias -tanto a largo como a corto plazo- de una manera absolutamente elegante. Y lo hace a través de lo que puede parecer un simple juguete: un avión de madera, que dará la posibilidad a su protagonista de emprender un doble viaje -físico e interior.
Una vez más, creo que mi amigo-librero acertó recomendándome este libro. Y me gustaría poder hacer lo mismo con
vosotr@s. Si os decidís a leer esta novela, espero que disfrutéis como yo lo he hecho.

Contraportada (Ed. Candaya):
Un avión de madera es un sencillo juguete. Un avión de madera capaz de dar media vuelta al mundo es un juguete extraordinario. Como extraordinaria es la peripecia que centra esta conmovedora novela: la emigración de una familia andaluza que, a lo largo de tres generaciones, se desperdiga por Cataluña, Brasil, Estados Unidos y Argentina.

Marcelo Rojo, mensajero aéreo con pánico a volar en avión, recibe una car­ta de una tía suya, Magda, de la que hace más de treinta años no tiene noticias. Tía Magda le propone un encuentro en Buenos Aires para de­volverle un viejo juguete, un avión de madera que Marcelo, siendo niño, le regaló durante su única visita a Barcelona, en 1963. El viaje que el narrador emprenderá, a las pocas semanas de la muerte de su padre —carpintero de oficio, que construyó para él y para su hermano mayor el avión de madera—, se convierte en una recuperación de sus orígenes, marcados por la emigración de sus padres desde un pueblo de Málaga a Cataluña, en 1958, y por su propia emigración, desde Cataluña a Estados Unidos, muchísimos años después. Marcelo repasa las razones de su alejamiento de la familia, al tiempo que irá descubriendo las razones y el drama que se oculta tras el largo silencio de su tía.

La emigración y el peso de la historia de España del siglo XX —y en especial de la Guerra Civil— en las generaciones que vivieron el conflicto directamente, y también en aquéllas que no lo sufrieron pero que son igualmente víctimas de sus consecuencias, son los ejes de esta novela que reivindica el valor de la memoria personal y colectiva como un bagaje vital necesario para encarar el futuro.

El avión de madera que logró dar media vuelta al mundo es, pues, una novela sobre el implacable peso de la historia y sobre la memoria de la emigración andaluza a Cataluña y a Sudamérica. Narra la historia de todos aquellos ciudadanos Montilla que llegaron a Cataluña en los años cincuenta y sesenta, huyendo del hambre y de la miseria de la posguerra, pero cuya voz, ni siquiera ahora, cuando uno de ellos ha llegado a la presidencia de la Generalitat, apenas se ha escuchado hasta el momento. Rara vez desde la novela se ha abordado con tanta profundidad y valentía el complejo tema de la emigración, tan fundamental en nuestra historia reciente y también en nuestros agitados días.

Pero El avión de madera que logró dar media vuelta al mundo va más allá del recuento de unos hechos cercanos a la epopeya. Es la constatación de que la historia (la de todos y la de uno mismo) deja siempre un poso del que resulta imposible huir. De esa historia, la suya y la de todos, ha tratado de escapar el narrador, Marcelo Rojo. Pero como dice el tango que, junto a otras músicas, resuena en estas páginas, “el viajero que huye, tarde o temprano detiene su andar”.

Pierre Vilar, el que fue comandante en jefe de la aviación republicana, Ignacio Hidalgo de Cisneros, Francisco Franco, Juanito Valderrama, el accidente de aviación del Manchester United en 1958, la desaparición de todo un pueblo bajo las aguas de un pantano en Málaga, la Barcelona de la gran nevada de 1962, la plaza Dorrego, en el barrio de San Telmo, en Buenos Aires, la ciudad brasileña de Santos o la bahía califor­niana de Monterey, son algunos de los personajes, hitos y es­ce­narios de El avión del madera que logró dar media vuelta al mundo: una novela en que historia y memoria pugnan por abrirse paso hasta desvelar un inquietante se­cre­to de amor.

En El avión del madera que logró dar media vuelta al mundo se combinan de manera acertada diferentes niveles de lectura: el retrato, a través de los ojos de un niño emigrado, de la Barcelona de los años 50 y 60; la exploración, desde el punto de vista de los perdedores, de buena parte del siglo XX español o la denuncia de ese tiempo de amnesia colectiva que, en los primeros años de la democracia, nos dejó sin pasado… Pero a la vez puede leerse como una trágica historia de amor, soledad y derrota.

"Montaigne" por Stefan ZWEIG

Mi Opinión:
Considero que en esta obra póstuma Stefan ZWEIG nos brinda la mejor introducción antes de zambullirse en la degustación -lenta, pero paulatina y gradual-, de los Ensayos de Montaigne.

A una vida (la de Montaigne) que captó la atención de sus congéneres, así como la de generaciones posteriores, hay que añadirle la pluma sumamente delicada de Stefan Zweig.

Contraportada (Ed. Acantilado):
La actualidad de los grandes autores, como Montaigne, es permanente y múltiple. Pero Stefan Zweig, en un momento en que se ciernen sobre él el drama de la guerra y una íntima y trágica desesperanza, fija su atención en un elemento que es fundamental en el autor de Los ensayos: el esfuerzo por mantener a salvo la propia independencia en una sociedad cada vez más brutal y gregaria. El texto de Zweig sobre Montaigne no es un frío estudio destinado a especialistas, sino una obra emocionada y vibrante dirigida al público habitual del autor vienés. Una obra que Zweig ni siquiera llegó a concluir, porque antes se quitó la vida. A pesar de todo, en vista de la fuerza de este hermoso libro, ¿podemos interpretar que la esperanza de Montaigne se hizo presente en algún momento también en Zweig, y que el gran escritor vienés concibió, a pesar de todo, una nueva aurora para Europa?

"La soledad de las vocales" de José María PÉREZ ÁLVAREZ (2007)

Contraportada (Editorial Bruguera):
En el rótulo de la pensión Lausana faltan letras. Allí malviven, junto al protagonista borracho e insomne (que comparte habitación con el fantasma de una suicida) un joven escritor que sueña con alcanzar el éxito y rescatar a sus padres de la miseria en un Audi conducido por un chófer negro; un pintor enfermo que quiere morir lejos de quienes le conocen, y una mujer madura que asegura haber sido una nadadora famosa, bella y amada por Johnny Weissmuller. Sorprende en la novela la extremada economía del decorado y sobre todo el habilísimo uso de la reiteración. El autor (José María PÉREZ ÁLVAREZ) explota como nadie -abriendo un nuevo camino expresivo, que da la medida de la calidad del texto- la repetición de media docena de leitmotiv, hasta urdir un runrún implacable que se mantiene sin desfallecimientos hasta el final. Exasperación rítmica que nos sumerge en el vértigo que se sigue de constatar que un solo día vale por todos los de antes y después en una especie de presente continuo de pesadilla. No nos encontramos ante una novela triste, nos enfrentamos a una novela implacable.