"El vagabundo de las estrellas" de Jack LONDON (1915)

Mi opinión:
Me ha costado leerlo. Lo empecé y tuve que dejarlo en varias ocasiones: demasiado realismo y excesivo detalle explicando lo que siente el protagonista, Darrell Standing, al verse dentro de la "camisa de fuerzas" durante horas y días. Al final pude zambullirme en él y disfrutarlo.

Llegué al punto en que el protagonista consigue escapar de los sufrimientos corporales a los que le someten en la prisión de San Quintín, desde el corredor de la muerte, y se transporta mentalmente a lo que parecen otras vidas, posiblemente vividas por él mismo en un pasado. A partir de ese momento, conseguí yo también dejarme llevar y saborear la lectura. Alcancé a superar, aunque con alguna dificultad, lo revulsivo de algunas de sus páginas, para disfrutar de la ternura que desprende también esta historia.

Historia fascinante, relatada en primera persona de manera contundente.

Contraportada (Alianza Editorial - Biblioteca London):
Novela publicada en 1915, EL VAGABUNDO DE LAS ESTRELLAS deja entrever dentro de la obra de Jack LONDON (1876-1916) un cambio que su prematura muerte dejó en suspenso. La apuesta por la integridad moral del invididuo frente a la moral convencional de la sociedad que impregna todas sus creaciones, deja espacio aquí a una nueva posibilidad para integrar este conflicto. Convito de asesinato en la cárcel de San Quintín, Darrell Standing se ve sometido al castigo adicional de verse inmovilizado en una terrible camisa de fuerza. El tormento físico dará en su caso el acceso a otro plano de existencia en el cual puede recorrer sus vidas pasadas: "Únicamente la carne muere y se transforma (...) el espíritu perdura y continúa construyéndose sobre sí mismo a través de encarnaciones infinitas y sucesivas en su eterno ascenso hacia la luz".

2 comentarios:

pennylanebcn dijo...

Se agradece tanto las recomendaciones literarias. Hay tantísimo que aún no conozco que va bien tener por dónde empezar.

Un abrazo.

Fins aviat!

Regi

almayciudad dijo...

Muy buena frase, esa me la apunto.

Salud!