"El elogio de la sombra" de Junichiro TANIZAKI (1933)

Mi opinión:
« y así fue como nuestros antepasados, obligados a residir, lo quisieran o no, en viviendas oscuras, descubrieron un día lo bello en el seno de la sombra y no tardaron en utilizar la sombra para obtener efectos estéticos. » (pág. 44)

Quizá desde un prisma occidental, cueste comprender (e incluso admirar) la belleza con la que TANIZAKI nos acerca al mundo de las sombras y los claroscuros. Nosotros, que cuanta mayor luz y claridad haya rodeándonos, mejor nos sentimos y más nítidamente podemos alcanzar a contemplar lo que nos rodea.

Sin embargo, TANIZAKI nos abre la puerta a los espacios en penumbra y sombreados. Nos muestra aquellos rincones en los que se elimina el exceso de la luz cegadora y deslumbrante, que nos deja contemplar evidencias virtuales. Y nos tiende la mano para adentrarnos en un mundo donde la luz escasea y donde sobresalen las apariencias inciertas; donde no tiene valor lo evidente, sino lo admirable; donde las formas ‘pecan’ de ser precarias y estar gastadas.

En definitiva, a lo largo de este breve y sencillo ensayo, TANIZAKI expone argumentos en defensa del predominio de la oscuridad. Nos invita (a los occidentales) a comprender un aspecto medular del pensamiento oriental. Y lo hace indicándonos el camino hacia el universo sutil de las modulaciones de las sombras, donde seremos inmediatamente envueltos por el influjo zen, por el silencio, la ensoñación. Y es que, según el propio autor, el simple e imperceptible gesto de pulsar un interruptor provoca que la magia y los efectos estéticos cuidadosamente buscados durante siglos por la cultura oriental – y en particular por la cultura nipona – se desvanezcan en milésimas de segundos.
En Occidente, el más poderoso aliado de la belleza ha sido siempre la luz. En cambio, en la estética tradicional japonesa lo esencial es captar el enigma de la sombra. Lo bello no es una sustancia en sí sino un juego de claroscuros producido por la yuxtaposición de las diferentes sustancias que va formando el juego sutil de las modulaciones de la sombra. Lo mismo que una piedra fosforescente en la oscuridad pierde toda su fascinante sensación de joya preciosa si fuera expuesta a plena luz, la belleza pierde toda su existencia si se suprimen los efectos de la sombra. En este ensayo clásico, escrito en 1933, Junichiro Tanizaki va desarrollando con gran refinamiento esta idea medular del pensamiento oriental, clave para entender el color de las lacas, de la tinta o de los trajes del teatro no; para aprender a apreciar el aspecto antiguo del papel o de los reflejos velados en la pátina de los objetos; para prevenirnos contra todo lo que brilla; para captar la belleza en la llama vacilante de una lámpara y descubrir el alma de la arquitectura a través de los grados de opacidad de los materiales y el silencio y la penumbra del espacio vacío.

"Un chino en bicicleta" de Ariel MAGNUS (2007)

Mi opinión:
Un informático – Ramiro – a quien la vida parece no sonreírle en absoluto. Un chino afincado en Buenos Aires – Li – a quien acusan de incendiario de mueblerías en la ciudad porteña. Ambos coinciden en un juicio. El primero como testigo. El segundo como presunto culpable. Li consigue escaparse. Ramiro será el rehén.

Ahí empieza la trama de la historia de "Un chino en bicicleta" (Premio de Novela 'La Otra Orilla' 2007). Cuando Li rapta a Ramiro y lo tiene secuestrado por las callejuelas del barrio chino en Buenos Aires durante una temporada, hasta que entre ambos intentarán desenmarañar quién es el verdadero culpable de los incendios.

Ariel MAGNUS nos adentra en esta novela mostrándonos dos mundos de tradiciones muy distintas, y consiguiendo que entre ambas culturas se establezca una cierta empatía. Exprime, además, todos los clichés (in)imaginables entre ambos mundos, sabiendo extraer casi siempre el aspecto divertido y gracioso de esos estereotipos prefijados.

Con un tono mordaz y vertiginoso, MAGNUS deja claro que busca el delirio por el delirio mismo. Y llega a alcanzarlo. En esta narración, el autor deja a un lado el Buenos Aires cosmopolita y ampliamente conocido, descubriendo al lector un Buenos Aires soterrado, el del barrio chino. Nos muestra, también, una historia que llega al absurdo. Una historia recorrida por los sentimientos del fracaso y la desesperación que envuelven a los dos protagonistas. Hasta mostrarnos que los dos personajes alcanzan la felicidad en los abismos de ese barrio chino porteño.

Y es que no sucede todos los días que a uno lo secuestre un chino en su ciudad.

Contraportada (Ed. Belacqva):
“Siento el frío de la pistola en la nuca casi antes de oír la puerta del baño abriéndose de golpe, el brazo flaco y lampiño de una persona que no alcanzo a ver me cruza el pecho y me hace girar en redondo, me abrocho rápido el pantalón y avanzo empujado desde atrás, pienso con culpa en que no tiré de la cadena, quizá ni funcionaba.“

Así arranca la asombrosa historia de Ramiro Valestra, un joven porteño que es secuestrado por un chino pirómano, llamado Li, después de oficiar de testigo en el juicio que condenaba a éste por haber incendiado once locales en la ciudad. A partir de ese momento, la inmersión del protagonista en la desconocida cultura china de las calles de Buenos Aires será completa.

El autor logra un retrato muy especial y un tanto surrealista de un mundo dentro de otro mundo, de una cultura dentro de otra cultura. En ese forzado exilio interior en el barrio chino es donde empieza la nueva vida de Ramiro. Las extravagantes relaciones con todos los personajes que conviven en el restaurante chino Todos Contentos serán la clave para darle verdadero sentido a la vida del protagonista, quien llegará a afirmar: No entiendo que se necesiten tantas casualidades para que uno pueda encontrar la felicidad. Entre predicciones apocalípticas, choques culturales, complots en búsqueda de la verdad, fuegos artificiales, amores apasionados y chinos que no saben ir en bicicleta se entreteje una de las historias más hilarantes que se ha escrito sobre la inmigración china en Argentina.

Premio Brillante Weblog

Premio Brillante Weblog, que se entrega a las páginas que resaltan por su brillantez, tanto en temática, como en diseño. Además se promociona entre toda la blogosfera mundial. Esta distinción me la ha concedido:


Sé que tendría que entregar este Premio Brillante Weblog a 7 rincones cibernéticos que visito con frecuencia o simplemente que me gustan. Permitidme que sólo sean 6.
No voy a concederle el premio a quien me lo concedió a mí, no?! ... Así que, Alma y ciudad, date por llamado al escenario para recibir la estatuilla :-)

Porque con sus palabras me hace sentir olores que creía desconocer. Y porque, a pesar de vivir cerca y sentirla lejos, leer su blog es una forma de acercarme a ella.

Por todas sus recomendaciones (cinéfilas, culturales y literarias). Y por dar calidez a este frío corazón que llevo conmigo.

Por su información y actualidad. Por su 'protesta', con la que consiguen qu la masa no acabe arrastrándome. Y en su versión más literaria, por esos escritos con los que disfruto al leerlos.

Por mostrarme todo ese gran y pequeño mundo en el que buceamos a través del ojo de su cámara. Con sus fotografías siento cerca a alguien a quien perdí hace mucho y a quien nunca podré olvidar.

Por la casualidad con la que descubrí este blog (buscando una imagen para una de las entradas de mi blog), y por lo bien que me siento cuando entro en ese rincón virtual.

por lo que provocan en mí muchos de sus dibujos. Y porque al mirarlos recuerdo que todavía no he conseguido que dibuje algo para mí ;-)

¡¡Casi lo olvidaba!!... Me parecería feo no decir nada antes de 'llamar' a Alma y ciudad al escenario a recoger su premio...
Por conseguir poner algo de música a mis muchas horas ante un ordenador. Porque me gusta leer sus palabras. Y por la curiosidad que despierta en mí.

Un beso a tod@s. Y como siempre digo, que nadie se quede con el que no le toca. Si alguien quiere alguno más... sólo tiene que pedirlo.